¿Hay que cambiar la rutina de cuidado de la piel luego de los 30 años?

A medida que nos acercamos al inminente cambio de década, vamos a sentir muchos cambios en nuestro cuerpo. Algunos de ellos son fácilmente detectables, otros no tanto ¿Realmente hay cambios significativos en nuestra piel a partir de los 30 años? Te lo contamos en este artículo. 

Los cambios en la piel.

Hay algo de lo que estamos seguros: el paso del tiempo es inevitable. Luchar contra el efecto que el paso de los años va dejando sobre nuestra piel, es una batalla que hemos perdido hace tiempo. 

Sabemos que, por agentes internos y externos, nuestra piel va a perder algunas características. Si sos de nuestro equipo, seguramente ya te cuides la piel desde temprana edad. Sin embargo, los objetivos de las rutinas faciales van cambiando con las décadas. 

A lo largo de los 20 años, el principal objetivo del cuidado de nuestra piel será la prevención. El protector solar será tu gran aliado (¿Alguna vez deja de serlo?) 

A partir de los 30, se deben elegir ingredientes activos que aporten nutrición. La humectación pasa a ser algo esencial porque uno de los cambios más grandes que nos enfrentaremos con la edad, es la resequedad. 

Como el envejecimiento es inevitable, el objetivo siempre será hacerlo lo más sano posible. Aceptando las arrugas y entendiendo que envejecer es algo que nos toca a todos. 

Uno de los pilares para envejecer y no perder la cabeza en el camino, es percibir y aceptar nuestra propia edad y el paso de los años. Increíblemente, esto también nos hace adoptar rutinas mucho más sanas en el día a día.

Estuvimos investigando y no hay ningún estudio que determine con exactitud a partir de qué edad se empiezan a dar cambios considerables en la piel. Ya que, todos los cambios se dan paulatinamente con el correr de los años. 

¿Cómo cambia nuestra piel con la edad?

Por un lado, cambia la humectación. Nuestras glándulas sebáceas ya no generan tantos aceites como antes.

La firmeza también se pierde, dando lugar a una piel mucho más laxa y con arrugas. Esto se debe a la pérdida de colágeno y de elastina. El espesor se reduce, dando esa característica piel de cristal en personas adultas. 

La pigmentación o tono desigual es una característica que se comienza a notar en mayor medida con los años. La generación de melanocitos es mucho menor y, por lo tanto, nuestra piel pierde capacidad de defenderse del daño causado por las radiaciones. 

Nuestra piel es la primera barrera de defensa de nuestro cuerpo. La cantidad de mastocitos, unos importantes integrantes de nuestro sistema inmune, comienzan a reducirse. En consecuencia, nuestra piel está mucho más propensa a presentar alergias e hipersensibilidad. 

Hay un aspecto interesante, con el correr del tiempo la unión entre la dermis y la epidermis -dos capas sucesivas de la piel- comienza a separarse. Esto presume una menor comunicación entre las capas, y se traduce en una menor absorción de nutrientes. 

Esta es una de las principales razones por las cuales no hay que esperar a la vejez para empezar a incorporar una suplementación diaria.

En Giovegen, tenemos una amplia gama de formulaciones para ayudarte a alcanzar tus objetivos. Entendemos qué carencias enfrentaremos en cada etapa de nuestra vida, y las cubrimos a través de suplementos diarios formulados a base de péptidos de colágeno hidrolizado. 

Aceptar nuestra propia imagen, atendiendo las nuevas necesidades de nuestra piel es la única forma de envejecer feliz y sano. 

Los complejos de la edad se tienen que encarar con simplicidad. 

+SIMPLES -COMPLEJOS.

Bibliografía.

GILCHREST, B. – Age-associated Changes in the Skin

Meng, H. – Statistical analysis of age-related skin parameters (2021)