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Incontinencia urinaria: la importancia de mantener un buen sostén.
La incontinencia urinaria es un problema médico que afecta a gran parte de las mujeres, tanto en estado reproductivo como durante la menopausia. Es un síntoma que puede darse por varios factores. Sin embargo, en este artículo, te contamos el rol crucial que juega el colágeno en la incontinencia.
Un síntoma más que una enfermedad.
La incontinencia se da cuando se ejerce presión sobre la vejiga y esto provoca pérdidas involuntarias de orina.
Entre un 9 y un 49% de las personas avanzadas en edad sufren de incontinencia. Sin embargo, esta condición también puede afectar a mujeres de mediana edad.
Una encuesta reveló que entre el 22-53% de las mujeres entre 45 a 65 años sufren algún grado de incontinencia.
Un dato sorprendente es que, entre mujeres jóvenes que aún no han tenido hijos, se cree que la incontinencia puede darse en un 50% de los casos.
La incontinencia urinaria suele estar asociada a la vejez o a las edades avanzadas, pero al ser una condición multifactorial, es decir que depende de varios factores, también puede afectar en edades tempranas.
Algunas de las razones más usuales de la incontinencia son: Anomalías congénitas, edad, partos, tos y esfuerzos crónicos, una musculatura vaginal débil y daños neurológicos.
Todos estos factores provocarán el prolapso del órgano pélvico y la consecuente incontinencia urinaria.
Pero… ¿A qué nos referimos cuando hablamos de una musculatura vaginal débil?
La uretra descansa sobre un tejido conectivo llamado fascia pubocervical. Este tejido actúa como si fuera un sostén que mantienen la posición, y evita el descenso de la vejiga y la uretra.
La calidad de la fascia es un factor crucial para el adecuado funcionamiento del mecanismo de evacuación. Cualquier daño que se pueda generar en este tejido conectivo, por ejemplo, por la fuerza ejercida en un parto natural, podría contribuir a la incontinencia.
La uretra tiene un esfínter, su buena función es mantenida por la turgencia de los vasos sanguíneos, la elastina y el colágeno presentes en las paredes de la uretra y el epitelio uretral.
A su vez, la capacidad de contener la orina, también depende de la fortaleza del músculo del suelo pélvico y de los músculos del ano.
La incontinencia está asociada al prolapso o descenso vaginal. Por esta razón, se supone que cuando el mecanismo de soporte de la vejiga falla, se produce la pérdida de orina o incontinencia.
El principal elemento de sostén de la fascia es un elemento conocido por todos: el colágeno. Varios estudios demostraron que, en pacientes con incontinencia la cantidad de colágeno encontrada en la fascia pubocervical fue un 20% menor.
Algo sorprendente, es que en la piel de estos mismos pacientes también se encontró una menor cantidad de colágeno.
Recordemos que el colágeno es producido en mayor parte por los fibroblastos. Un estudio reveló que, las mujeres que sufrían de incontinencia urinaria, tenían un 30% menos de colágeno en los fibroblastos. También se vio reducida la calidad de ese colágeno.
La falta de colágeno provoca que la vejiga no tenga el sostén que necesita, promoviendo la aparición de incontinencia.
Una buena forma de fortalecer la capacidad de sostén de la fascia, es a través de la suplementación con colágeno hidrolizado Giovegen.
La ingesta diaria de colágeno hidrolizado asegura una buena disponibilidad para que los músculos y ligamentos de tu cuerpo puedan llevar a cabo su función.
Con la más alta absorción y biodisponibilidad, el colágeno hidrolizado Giovegen puede ayudarte a recuperar tu calidad de vida.
Referencias.
Michael Y. Wong, Ozgur H. Harmanli, Mehmet Agar, Vani Dandolu, Terry Grody (2003) Collagen content of nonsupport tissue in pelvic organ prolapse and stress urinary incontinence.
Tomasz Rechberger, Krzysztof Postawski, Jerzy A. Jakowicki, Zeenat Gunja-Smith, Frederick Woessner, Jr. (1998) Role of fascial collagen in stress urinary incontinence.